Tenía mucha ilusión de conocer a mi familia, un nuevo país, una cultura diferente. Cuando Mary me dijo que si quería ir a EEUU le dije sí sin pensarmelo dos veces, pero cuando llegué dije "¿Qué hago yo aquí?" "¿Quién me manda meterme en esto?" Los primeros días fueron horrorosos y lo mejor de todo es que no sé por qué. Después fui cogiendo más confianza y más cariño a la familia, especialmente a la madre que era muy buena conmigo. Hubo momentos buenos y momentos malos. Mi familia siempre me trató como una más, como una hermanay una hija más. ¡¡Hasta los perros me cogieron cariño!! Fui al parque acuático, al Summerfest, a un partido de baseball, a patinar sobre hielo. El viaje a Chicago me encantó pero me hubiese gustado quedarme unos días más. Lo que menos me gustó fue la comida porque sólo comíamos hamburguesas y pizzas y lo que más me eché en falta fue dormir la siesta, la sobremesa, la fruta, dormir más, salir por las noches.
Cristina, 17 años
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